miércoles, 2 de julio de 2008

SOLILOQUIO

La indignante actitud del personal de salud en NYC


Lo que hemos visto en la televisión latina norteamericana en los últimos días es para sentirse indignados hasta los tuétanos. Una mujer lleva casi 24 horas en un hospital siquiátrica buscando ser atendida ante la indiferencia del personal de seguridad. Cae al suelo, se golpea el rostro y finalmente muere. La escena es captada en una cámara de seguridad.
Cuánta indolencia e irresponsabilidad. Hasta ahora, simplemente el personal responsable ha sido despedido, por lo menos eso han dicho. Pero ¿Cuántos más habrán corrido la misma suerte?
Recuerdo de jovencito haber leído a Eduardo Galeano y sus Venas Abiertas. Narraciones espeluznantes sobre el ejercicio de la medicina en los Estados Unidos. Le confieso que hasta llegar aquí y vivirlo me resistía a creerlo. Ahora puedo dar testimonio y no sólo por este caso, sumamente grave por demás, sino por asuntos personales.
Un familiar sintió un fuerte dolor de pecho, se llevó al hospital más cercano y sólo pusieron atención cuando le oyeron caer de bruces en el baño donde entró a resolver una necesidad personal. Entonces cumplieron con el deber. Pero ahora con otro agravante, una profunda herida en su frente.
Este es sólo uno, puedo contar más. Yo mismo he tenido la necesidad de usar los servicios de salud y el trato es frío, me repiten lo que sé y cuánto digo pero no tengo respuesta.
Escribo esto intentando hacerlo corto pero es tanta la indignación y la impotencia ante el hecho que no puedo más que desahogar mi rabia en este texto.
El mejor médico es aquel a quién le duelen sus pacientes. Un médico bueno sin humanidad puede dar con la solución del problema de la salud pero el paciente no estará conforme.
De esos carecen los profesionales de la salud en esta ciudad. De humanidad, de interés real en sanar los enfermos. Por eso las tantas demandas, por eso el descontento de la gente.

1 comentario:

Sonia Tejada dijo...

Hola Benjamín,
Comparto tu indignación. Lo que se vive en las salas de emergencia de los hospitales metropolitanos de este país es abominable. Y te digo, metropolitano porque en las zonas suburbanas las cosas son distintas. Lo que me lleva a concluir que no es el sistema salud en si, sino la brecha entre los que ricos y los pobres.

Creo que el problema del sistema de salud se resolvería si la gente pudiera pagar un médico privado, y no tener que ir a la emergencia por cosas que no son emergencia, pero el sistema obliga a que todos converjan en una sala que debería ser sólo para emergencias. Pero claro, que puede hacer la gente si el seguro de salud tiene precios prohibitivos. Especialmente los inmigrantes de bajo ingreso no tienen otra alternativa.

Yo espero que algún día, se resuelva la crisis de salud, sinceramente estamos ante una catástrofe que los políticos prefieren obviar.

ENFOQUE - El hombre expreso

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La prisa nos arropa, la necesidad de resolver todo en el menor tiempo posible. La comida, los servicios básicos y sus pagos, la música en su manera de accesarla y escucharla, el desplazamiento. Todo en el asombroso afán de ganar tiempo a la vida que en definitiva ni nos regala ni nos quita. Pero ahí estamos, en ese ajetreo intenso que devora hasta las ganas de vivir. Porque entonces no hay tiempo para lo esencial, digamos hacer el amor relajado aunque sea con la amante que no digo ya con la esposa. Porque estamos corriendo el riesgo de convertirnos en el hombre expreso, que dicho sea de paso puede ser entonces desechable.

ENFOQUE - La Arquitectura

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El sol refleja en los cristales de las torres como pretendiendo decir que nada le impide cumplir con su labor de iluminar el mundo. Unas ramas delatan la cercanía de un bosque anunciando la perfecta sincronía entre el ruido de las plantas y el bullicio de la ciudad. La arquitectura es el principio de la obra humana, la voz del hombre que complementa el sonido eterno de la creación.

ENFOQUE - De Norte a Sur y viceversa

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El norte tiene sus superhéroes, el sur batalladores de carne y hueso. Los del norte no están cuando los necesitan (hagan memoria). Los del sur comen en nuestra mesa hasta el día en que los del norte deciden su muerte. Entonces pretenden venderlos como íconos, postalitas envasadas en mentiras para ponerlo a la altura de sus tristes “Supermanes”, fantásticas creaciones de mentes donde el único concepto de libertad posible se asocia al dinero y su capacidad de compra.